Acapulco a 28 de octubre, 2025.- La alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, volvió a estar en el centro de la atención pública cuando fue captada portando un collar de la firma Van Cleef & Arpels, valorado en aproximadamente 227 000 pesos.
Al enfrentar cuestionamientos sobre la procedencia de la joya, la funcionaria respondió que no se trataba de un lujo personal, sino de “un obsequio del pueblo que la ama”. “¿Yo qué culpa tengo de que haya un pueblo que me ame y me regale cosas? Me lo regalaron… yo agradezco su amor y cariño”, declaró.
La pieza habría sido identificada como el modelo Vintage Alhambra de la casa francesa, elaborado en oro amarillo y nácar natural.
Lo que para algunos parece un accesorio elegante, para otros es un símbolo de desconexión: el contexto del puerto de Acapulco muestra miles de familias que siguen sin recuperar servicios básicos tras desastres naturales, mientras su alcaldesa luce una joya de alto valor.
A este episodio se suma un panorama de acusaciones graves que involucran a la alcaldesa: la Auditoría Superior del Estado de Guerrero (ASE) la investiga por presuntas irregularidades en el ejercicio de 898 millones de pesos correspondientes al ejercicio fiscal 2023. El municipio habría ejercido esos recursos sin la comprobación suficiente.
López Rodríguez se defendió señalando que la fiscalización de los fondos federales le corresponde a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y que el órgano estatal no tenía jurisdicción, frase que resumió en “en Guerrero todo se puede”.
Igualmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le otorgó una suspensión que impide que la ASF la sancione directamente por esos fondos mientras se resuelve el fondo del asunto.
Para muchos ciudadanos de Acapulco, la joya representa más que un accesorio: es un símbolo de incongruencia entre el discurso de austeridad que pregona el partido al que pertenece (Movimiento Regeneración Nacional) y la realidad de gasto visible. “La austeridad de lujo en Acapulco”, tituló un medio local.
En redes sociales, la imagen de la alcaldesa con la pieza generó una fuerte reacción: críticos cuestionan a la funcionaria por estar al frente de un municipio que registra pendientes de reconstrucción tras el impacto del huracán Huracán Otis en 2023, mientras se ostenta con un objeto de elevado costo.
La alcaldesa sostiene que aceptó el regalo sin mayor cuestionamiento porque, según ella, representa el cariño del pueblo. Pero la piedra que cayó aquella tarde no solo brilla sobre su cuello: también resalta una discusión más profunda sobre transparencia, rendición de cuentas y sensibilidad hacia la ciudadanía.